viernes, 7 de julio de 2017

LEGIÓN - WILLIAM PETER BLATTY (RESEÑA)

LEGIÓN



TÍTULO: Legión
AUTOR: William Peter Blatty
TÍTULO ORIGINAL: Legion
GÉNERO: Policíaca, Terror
AÑO: 1983
PÁGINAS: 269


"Y Jesús le preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Él dijo: Legión es mi nombre, porque somos muchos,"


Legión es una novela policiaca con tintes de terror escrita por William Peter Blatty en 1983. De este libro se ha creado el mito de ser la secuela de El Exorcista (1971), mito que, por supuesto es falso, ya que, aunque comparte algunos personajes que salieron en dicha novela, no sigue una secuencia como tal, es una historia aparte e independiente. De esta novela se hizo una película que ni se debería de mencionar, pues la misma fue distribuida con el nombre de El Exorcista III, por lo que con lo que he dicho anteriormente, nos deja confundidos desde el título, esto se debió a que la productora casi que obligó a Blatty a cambiar el guion original, para que fuera adaptado como parte del gran éxito cinematográfico que significó El Exorcista (1973), cambiando completamente el rumbo de la historia original. Lo que significó un fracaso total, como era de esperarse.

¿DE QUÉ VA?

Durante una semana, el oficial de policía Kinderman deberá resolver una serie de asesinatos que se presentan en la ciudad de Georgetown. Kinderman es un poco excéntrico, pero tiene mucha experiencia y un grado de inteligencia para las investigaciones envidiable. Todo comienza cuando el cuerpo de un niño de doce años de raza negra es encontrado en un muelle del río Potomac; el niño ha sido torturado, asesinado brutalmente y crucificado. El caso conmociona sobremanera al oficial Kinderman, pues este caso tiene cierta relación con unos asesinatos cometidos muchos años atrás por el asesino en serie llamado "Géminis".

La única pista de este asesinato es una anciana catatónica que se encontró cerca del lugar del crimen, pero que por su estado no habla ni dice absolutamente nada.

La segunda víctima aparece al día siguiente y pone en alerta a Kinderman, pues definitivamente no puede ser una simple coincidencia: un sacerdote es encontrado degollado dentro del confesionario de la Iglesia. El cardenal también tiene relación tanto con el niño afroamericano, como con los asesinatos ocurridos tiempo atrás por “Géminis”, ya que este solía cortar el dedo índice de la mano derecha a sus víctimas y hacer mediante unos cortes en la palma de la mano izquierda el signo de Géminis a sus víctimas, características que presentaban las nuevas víctimas.

Pero nada tiene sentido hasta aquí, pues a pesar de no haberse encontrado el cuerpo de “Géminis”, este fue dado por muerto después de que lo vieran saltar desde el puente Golden Gate en San Francisco, además había recibido múltiples disparos previamente. Kinderman atribuye el modus operandi del nuevo asesino a un fanático psicópata que piensa imitar a “Géminis”, aunque hay varios factores que ponen en tela de juicio esto: las autoridades encargadas de investigar y divulgar la noticia sobre los asesinatos cometidos por “Géminis”, ocultaron y cambiaron algunos datos -como el hecho de que las víctimas tuvieran una “K” al inicio de alguno de sus nombres o que la mano que se cortaba era otra- para que ningún listillo con problemas mentales pretendiera imitar los asesinatos cometidos por este, por lo que todo era más confuso aún.

Kinderman sigue la pista del asesino hasta el Hospital General de Georgetown, pues las víctimas también fueron inyectadas con una droga potente que únicamente podría ser suministrada por un médico o experto en medicina. Allí trabajan algunas personas que se podrían considerar sospechosas, así que los interroga.

El horror verdadero comienza cuando un amigo de Kinderman es asesinado, este presenta las mismas características de las anteriores víctimas, pero lo increíble es que es asesinado mientras se encontraba internado en el Hospital General de Georgetown.

El oficial Kinderman cae a menudo en meditaciones filosóficas sobre el bien y el mal, cosa que lo lleva a encontrar pistas en la sección de psiquiatría del Hospital General de Georgetown, allí también encontrará a algunos sospechosos de los asesinatos, pero estos se presentarán hostiles y lo pondrán a prueba respecto a su estado mental. En esta sección del Hospital hay un ambiente fantasmal y demencial que hace estremecer a cualquiera.

Al final, Kinderman llegará a la celda número doce de la sección de perturbados mentales en la sala de psiquiatría del Hospital General de Georgetown, allí se encontrará con un sujeto extraño que dice ser “Géminis”, el asesino tan buscado, pero ¿cómo puede ser este el asesino si se encuentra encerrado, con una camisa de fuerza y con vigilancia las veinticuatro horas? Pero lo más asombroso de todo, es que esta persona es alguien a quien el oficial Kinderman conoce.


OPINIÓN

Para las personas que hayan leído El Exorcista -si no lo hicieron no se preocupen- tendrán una pequeña dosis de ese suspenso terrorífico que se vivió en esta novela: el padre Damien Karras hará su aparición, lo cual nos dejará perplejos, pues la forman en que aparece o tiene relación con esta novela es simplemente memorable. La trama de este libro nos hará dudar sobre las diferencias entre una enfermedad mental y lo sobrenatural.

Demencia, muerte, la lucha eterna entre el bien y el mal, todo ello converge en esta emocionante novela que demuestra la capacidad literaria de William P. Blatty (RIP), un gran escritor que nos ha dejado dos novelas memorables para la vida: El Exorcista y Legión.


Para rescatar de la novela también, la creación del personaje del oficial Kinderman, con su sentido del humor, su inteligencia y, sobre todo, su preocupación por la vida y del por qué existe el mal en este mundo.

En cuanto a la crítica, muchos consideran que este libro no está a la altura de El Exorcista, que no tiene demasiada acción, y aunque acepto que al principio pensé lo mismo, luego me conecté con la historia y los personajes, y cuando se desarrolló la trama; me pareció una maravilla, además el final es un manifiesto a la existencia humana, a la razón del bien y del mal, que te pone a reflexionar.

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